Toda persona razonable sabe que hay buena gente que cree en dioses y buena gente que no cree en dioses. Como la mayoría de los ateos, yo no violo, asesino ni robo, sé distinguir el bien y el mal, y no necesito seguir un conjunto de creencias supersticiosas para llevar una vida moral. La idea de que sólo una persona religiosa puede ser buena es completamente ridícula. De hecho, quizá sean los ateos los verdaderamente buenos; tratamos de hacer lo que es correcto no por la razón egoísta de un miedo a algún castigo en la otra vida, sino porque sabemos que es lo correcto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario